Somos tan pobres que no
vemos a los pobres de siempre.
Ahora si, no hay
esperanza, para que se salven.
Pobreza donde daban
limosnas, miseria donde había pobreza
¿Quien los ayudará?
Ya los que robaban y poco
les daban, ahora nada dan,
pero el atraco sigue y el
hambre se incrementa más.
Otros llegarán a saquear,
por eso se van a pelear,
por mientras siguen en el
medio, mirando solo el cielo,
tirando barcas al océano,
para ir a un mundo incierto.
Las corrientes oceánicas
los trae, la vida les arrebata.
La muerte esta casi
asegurada, pero en tierra también muertos están,
los mata el hambre o las
balas.
María Celestina
No hay comentarios:
Publicar un comentario